Nosotros

Se nos va el tarro
si no tenemos uno cerca

¿Eres un maniático del orden? ¿Un enamorado de la decoración? ¿La cocina es un rincón favorito de la casa? O quizás lo tuyo son los detalles, como las manualidades y los regalos… En cualquier caso, te va a gustar descubrir Enfrascados.

¿Quiénes somos? Muy sencillo: tu proveedor de envases de vidrio, sea cual sea su tamaño, capacidad, medidas y el contenido del que vayas a rellenarlos.

Nuestra marca ha sido pensada y creada para inspirar a los amantes de los tarros, a los que disfrutan usando estos envases y siempre tienen motivos de sobra para llenarlos y vaciarlos.

Todos tenemos infinitos motivos para vivir

– Motivo, 1. adj. Dícese de algo que mueve o tiene eficacia o virtud para mover.

Enfrascados

Porque esto no va de nuestros tarros, sino de tu motivos para usarlos.

Podríamos decir que tu motivo es esa causa personal, racional o emocional pero siempre única, que determina tu porqué. Es lo que te lleva a movimiento, lo que te incita a hacer cosas. ¡Lo que te anima a llenar tus tarros y explotar tu creatividad! Si no tuviéramos motivos, la vida no tendría mucho sentido.

¿Has encontrado ya el tuyo?
Enfrascados es…

Para los que disfrutan embotando Para los que disfrutan enfrascando su receta estrella y compartiéndola con los que más quieren.

Para los que les gusta almacenar todo tipo de ingredientes, como especias, pasta y legumbres.

Para los que son capaces de hacer que su casa parezca sacada de una revista de decoración.

Para quienes han nacido con el don de la creatividad y son expertos en hacer manualidades.

Para todos aquellos que afirman que el helado, la cerveza y el café frío, en tarro se sirven mejor.

Haz lo que quieras, ¡haz lo que creas!

Se nos ocurren tantas utilidades para nuestros tarros de vidrio como personas con motivos antagónicos y dispares dispuestas a usarlos. Con ellos puedes desde fabricar una vela hasta plantar un cactus, ¡e incluso presumir de dotes culinarias haciendo una mermelada de arándanos casera! Puedes quedártelos y disfrutarlos tú mismo, venderlos o regalárselos a alguien que los necesite. ¡La decisión es tuya!