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¿Has probado una cucharada de mermelada de albaricoque que realmente sabe a fruta fresca? Esa explosión de dulzor natural, con un delicioso toque ácido y una textura que se deshace suavemente en la boca… no es magia. 

Si estás pensando en hacer tu propia conserva de albaricoque, es muy importante que tengas en cuenta algunos consejos para lograr que te quede con un sabor auténtico. Y sobre todo, recuerda que el tarro para mermelada será clave para poder mantener su textura brillante. 

¿Cómo lograr una textura perfecta para tu mermelada de albaricoque?

El albaricoque tiene justo lo que se necesita:

  • Una buena dosis de pectina
  • Un nivel de acidez equilibrado
  • Una pulpa jugosa que, bien trabajada, se transforma en oro líquido. 

La pectina es un gelificante natural, le da consistencia y espesor. No hay que pasarse en añadirle pectina adicional, porque te puede quedar demasiado firme, aunque si usas albaricoques demasiado maduros (que tienen menos pectina) al final la textura puede quedar muy líquida y acuosa.

Si quieres que tu mermelada tenga la textura ideal, lo ideal es escoger albaricoques con una madurez “media”.

De esta forma, tu mermelada tendrá una textura perfecta y podrás mantener su sabor durante mucho más tiempo.

Encuentra el punto de cocción ideal para conservar el aroma y sabor

La cocción es muy, muy importante. Porque la temperatura puede influir en que los compuestos volátiles se destruyan en un santiamén. Por eso no hay que pasarse de temperatura, ni de tiempo de cocción

Si quieres que tu conserva de albaricoque tenga un aroma dulce, afrutado y fresco, lo ideal es apostar por una cocción a temperatura media y bien controlada, a unos 90-95º C.

Así que, cuanto hayas pelado y deshuesado tus albaricoques, ten en cuenta lo siguiente:

  • Caliéntalo entre 15 y 20 minutos desde que empieza a hervir. Si los expones a un calor prolongado o demasiado alto, los compuestos aromáticos del albaricoque se irán perdiendo. Y eso afectará, claro está, al sabor de tu mermelada.
  • Añade azúcar y limón, pero sin pasarte: lo ideal es que haya un máximo de 700 gramos por cada kg de albaricoques. Y para darle un poco de acidez, hasta 30-40 ml de limón por kilo de albaricoques.
  • Aplasta un poco la fruta: durante el proceso de cocción, con una cuchara, aplasta un poco el albaricoque para asegurarte de que no queden trozos.
  • Encuentra el punto de gelificación ideal: cuando esté un poco caliente la mermelada, pon una gota en un plato frío. Si se arruga al empujarla, es que ya está lo suficiente espesa.
  • Envasa. Ya el último paso: apaga el fuego y vierte la mermelada en un tarro de vidrio esterilizado, dejando algo de espacio arriba.

El papel del pH y el azúcar en la conservación

Hacer una buena mermelada de albaricoque no es solo cuestión de fruta y azúcar. 

Detrás de su textura, su sabor y su conservación hay dos factores clave que muchas veces se pasan por alto: el pH y la proporción justa de azúcar.

Lo puedes medir fácilmente con un medidor de pH alimentario. Si el pH es excesivo, puedes añadirle ácido cítrico en polvo, o unas gotas de limón; si es inferior, le puedes añadir algo más de azúcar para equilibrar el sabor.

conserva de albaricoque

¿Cuál es el tarro más adecuado para conservar mermelada de albaricoque?

Hay tarros de mermelada para todos los gustos, pero es muy importante optar por envases de buena calidad, que te ayuden a conservar la mermelada.

Necesitas un tarro de vidrio para albaricoque que sea resistente y de calidad. Tiene que ser un tarro transparente, ya que este material no reacciona con el ácido y es muy fácil de limpiar y esterilizar. Además, para facilitar su conservación, nosotros te recomendamos que tenga un cierre hermético.

En cuanto a la forma, muchos tarros de mermelada son rectos o cónicos, alargados, lo que te ayuda luego a apilarlos más cómodamente.

Si vas a utilizar tu mermelada casera como condimento, lo ideal es optar por tarros tipo frasco de vidrio o 1,5 onzas. Utilizar un frasco de cristal para mermelada de albaricoque permite que el envase no ocupe mucho espacio en la mesa y que puedas poner distintas variedades.

En caso de que estés buscando tarros de mayor tamaño, para conservarlos en el frigorífico, lo mejor es utilizar modelos de capacidad media, desde 212 ml hasta 370 ml.

Desde Enfrascados te invitamos a escoger el tarro que más te guste para tu mermelada casera. Porque una buena conserva de albaricoque tiene que adaptarse a tus gustos, ya que es un elemento importante de . Así tus mermeladas van a lucir increíbles y podrás hacer una mejor presentación mucho más cuidada y elegante en tus comidas o desayunos.