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La normativa actual para pequeños productores de conservas en España es un marco regulador cuyo principal objetivo es garantizar la seguridad alimentaria, la calidad de los productos y la protección de los consumidores.
Estos requisitos afectan tanto a la producción como a la comercialización de conservas vegetales, cárnicas y de pescado.
Los pequeños productores deben cumplir con una serie de normas de etiquetado, trazabilidad y registros sanitarios, además de adaptarse a los estándares exigidos por la Unión Europea y otros mercados internacionales en caso de exportación.
Desde Enfrascados queremos que conozcas todo lo relativo a la normativa para pequeños productores de conservas, y la importancia de contar con los tarros para conserva más adecuados.
El Real Decreto 2420/1978, de 2 de junio, fue uno de los primeros textos que reguló aspectos relacionados con las conservas alimentarias en España.
Aunque fue pionero, ha sido objeto de modificaciones y actualizaciones a lo largo del tiempo debido a la entrada en vigor de normativas de la Unión Europea (UE) y la evolución del marco legal español.
Actualmente, muchas de sus disposiciones han sido sustituidas o ampliadas por normas más modernas, como el Reglamento (UE) 1169/2011, que regula el etiquetado de alimentos a nivel comunitario.
El etiquetado de productos alimentarios, incluidas las conservas vegetales, cárnicas y de pescado, está regulado principalmente por el Reglamento (UE) 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor.
Las principales exigencias son:
El sistema de trazabilidad se regula a través del Reglamento (CE) 178/2002, que establece los principios generales de la legislación alimentaria en la UE.
Este reglamento exige que todos los productos alimentarios sean trazables en todas las etapas de la producción, transformación y distribución.
Específicamente, las empresas deben identificar a los proveedores, mantener un registro de todos los lotes de producción, garantizar la posibilidad de una retirada rápida en caso de problemas de seguridad alimentaria.
A continuación vamos a ver las normas específicas que debes conocer para cada tipo de conserva.
Se encuentran reguladas en el RD 1230/2001, que regula la producción y comercialización de conservas vegetales. Aquí se detallan los requisitos en cuanto a los ingredientes, esterilización y almacenamiento, así como la regulación con respecto al uso de aditivos.
El RD 474/2014 regula la producción de derivados cárnicos. Las conservas de carne deben ajustarse a unos controles estrictos de esterilización y control del contenido en grasa y sal a fin de garantizar la seguridad alimentaria.
El Reglamento (UE) 853/2004 establece las normas de higiene aplicables a los alimentos de origen animal, lo que también aplica para pescados y mariscos. Además, el RD 1521/1984 complementa las normativas europeas a este respecto.
Para producir y comercializar conservas en España, es imprescindible que los grandes y pequeños productores de conservas puedan obtener un Registro Sanitario de Empresas Alimentarias y Alimentos (RGSEAA).
Para darse de alta, hay que presentar una solicitud a las autoridades sanitarias autonómicas, donde se incluya memoria técnica de la descripción del proceso productivo, identificación de los responsables de la seguridad alimentaria y planes de autocontrol basados en el sistema APPCC.
Además, los inspectores sanitarios visitarán las instalaciones para valorar las solicitudes, lo que permitirá a la empresa obtener el número de registro sanitario, necesario para etiquetar los productos para poder comercializarlos.
Las conservas que se comercialicen en la UE deben tener una homologación previa, salvo que sea de otro país que pertenezca al mercado común.
En cualquier caso, las conservas deben ajustarse a los requisitos sobre higiene de los productos alimentarios recogidos en el Reglamento (CE) 852/2004 y contar con los certificados sanitarios correspondientes.
Si, por el contrario, como pequeño productor deseas exportar fuera de la UE, es de vital importancia que tus conservas cumplan con la certificación sanitaria de las autoridades del país, así como las normas de etiquetado o la inscripción en determinados organismos, como en el caso de Estados Unidos, donde debes inscribirte en la FDA.
Las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) pueden acceder a diferentes recursos y ayudas para asegurar el cumplimiento de las normativas.
Más allá de aquellos organismos y asociaciones que puedan proporcionar financiación o asesoramiento para cumplir los requisitos sanitarios, es importante contar con un proveedor de envases para conservas que te proporcione las soluciones que necesitas para tus alimentos.
En Enfrascados queremos ayudar a los pequeños productores de conservas. Nuestros productos te permiten disponer del envasado de calidad que necesitas para una adecuada conservación, higiene y protección de los alimentos.
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